Un casco de carbono ha sido durante mucho tiempo un artículo muy buscado en las carreras, con precios que se elevan a miles de euros y que pueden suponer un gasto enorme, pero ¿merecen la pena el dinero extra?
A menudo se piensa que el peso del carbono es su mayor argumento de venta, sin embargo es la protección y la resistencia del carbono lo que lo hace tan especial. Como resultado, ofrecen una protección inigualable contra impactos y penetraciones.
Por tanto, si conduces por una fosa abierta en la que te pueden golpear los escombros, hay que tenerlos en cuenta.
También es cierto que los cascos de carbono pesan menos que sus rivales de material compuesto, aunque no siempre tanto como cabría pensar. La Zamp RZ 44CE pesa 90 gramos menos que su equivalente de composite. Cabe señalar que la RZ 44CE incluye una serie de accesorios adicionales (salidas de aire, alerones, etc.) que, si se eliminaran, aumentarían aún más la disparidad de peso.
Los cascos de carbono también suelen incluir algunas características adicionales que justifican su elevado precio. Dentro de la gama Zamp Carbon encontrarás nuestro forro interior premium de gama alta, que proporciona el ajuste más cómodo y seguro, y que se muestra en la RZ 65D. La RZ 44CE también incluye de serie los alerones trasero y de barbilla, lo que la convierte en la mejor opción absoluta para las carreras con cabina abierta.
Lo último que hay que tener en cuenta es el aspecto del carbono. Aunque esto no afecta al rendimiento del casco, un bonito tejido de carbono tiene un aspecto impresionante… y no se puede poner precio a un buen aspecto…